ETANT DONNÉS
ETANT DONNÉS
trata de indicar un lugar, un lugar sagrado.
Ese lugar es un nombre.
Ninguna palabra dice el nombre. Todas las bocas están abiertas
al nombre.
Todos los caminos se dirigen hacia ese nombre
Pero ningún camino llega a él.
El lugar del nombre está aquí y allí.
Estamos fuera de la piel (envoltorio) del nombre.
Solo se puede ver el nombre a través su piel.
Su piel es nuestra piel.
El nombre de la piel está en el interior
Nombre y piel.
Ser y dar.
ETANT DONNÉS
por Henri Chopin :

ETANT DONNÉS
es un dúo creado por Eric y Marc Hurtado en Grenoble en 1.980.
Desde esta ciudad francesa se dan rápidamente a conocer a nivel
internacional, especialmente en Europa.
Nacidos respectivamente en 1.959 y 62 en Rabat (Marruecos) estos dos
hermanos han escogido la oralidad y la escritura, con un verbo claro,
semántico, pero sin el peso de la gramática.
Con ellos el volumen de cada palabra se transforma en una escultura-objeto
acompañada del empuje de sus cuerpos expresando sus voces.
Cada intervención es el grito de la fuerza de la palabra que,
abrupta, se convierte a veces en roca, en una superficie sólida,
nada fluvial como lo es la historia de un verso, de una novela, de una
epopeya poética.
Con ellos dos no queda rastro de antiguas prosodias , ni una sola huella
del incompresible Sainte-Beuve quien llegaba a decir : “Tengo
que producir cierto volumen de prosa”
La palabra, la voz, el volumen hacen cuerpos, y nos hacen descubrir
un teatro que el teatro en general ignora, lo que le da un Fin
de fiesta al estilo Samuel Beckett.
Escuchando Aurore, CD
de nuestros dos protagonistas, se nota además sin duda la presencia
de la cuna mediterránea, a la vez cordón umbilical de
dos grandes religiones, la influencia de los mundos latinos y árabes
– a veces percibimos breves y largas gaélicas – de
forma que sus interpretaciones vienen a ser una síntesis de diversos
orígenes.
Ya no estamos para nada en las escuelas de Charles Dullin, tan apreciadas
por la Comedia francesa.
Al contrario, ETANT DONNÉS
es un circo corporal y semántico, pero sin Semántica.

Con su fuerza oral y combinatoria, Eric y Marc nos
dan la acción del teatro, donde las dicciones y declamaciones
descriptivas desaparecen. Les podría haber escrito a principios
de diciembre de 1994 “ [...] en
el poder de las voces y la semántica, también en la severa
alianza cuerpo-espíritu inseparables, encuentro en Aurore un
canto de los cuerpos, indispensable a todos los valores sonoros
.
Se añade a su violencia, a su fina sensualidad presente en estos
cortes de palabras, a su desnudez o a sus luces, el reconocimiento de
hombres desnudos que ya no necesitan trajes convencionales, artificios,
escenas tradicionales.
Lo que yo he sentido escuchando Aurore
se ve confirmado por Patrick Bossati en este extracto de mayo 1992:
“ poesía, cine, sonido, escena,
estos dos lo hacen todo con una especie de rabia que deja pasmado. Su
sonido, por ejemplo, amplio, grave y apocalíptico, compuesto
a partir de elementos naturales amplificados golpea con estupor al que
lo escucha. Su arte es en todo momento sideral en el sentido que se
daba en el siglo XVI en el que esta palabra significaba “influenciado
por los astros”. Su música es una radioscopia del caos
del universo y de la Materia.”
Este dúo, lo repito nace en 1980. Se inscribe en el renacimiento
ineluctable de la oralidad -exorcista- a la vez re-descubiertas
y descubiertas en el mundo electrónico. Con la pasión
de los viajes donde ETANT DONNÉS
es en todo momento sideral.
Toda verdadera poesía sonora orbita, la verdaderamente oral está
ahí en el espacio, con máquinas mediáticas, voces
que se cuelan en ellas y las dominan sobre el esplendor de los cuerpos.
Henri Chopin
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